miércoles, 6 de noviembre de 2013

Muerte de los bebés mbya, por Silvana Melo.

El domingo 20 de octubre murieron tres bebés mbya guaraníes en Misiones. Devorados por la tierra roja y el agua mala de la vertiente. Lograron llegar a vivir nueve, once y dieciséis meses.

Menos tiempo vivieron del que se derramó entre la reelección espectacular de Maurice Closs en 2011 por un 76%. Y la de sus legisladores este domingo que pasó, con el apenas alivio del 43%.

La aldea Kaagui Porá está cerca de Comandante Andresito. El agua llega desde una vertiente, fuente legendaria de los guaraníes. Pero ya no hay pureza asegurada como en el agua que brotó desde la historia. Los desmontes brutales, la prepotencia del cultivo que arrasa con las chacritas y las aldeas y fumiga las hojas, los perros, las vacas y los niños vuelven el agua tan esquiva. Y la diarrea consume a una criatura en horas no más.

A Kaagui Porá la ambulancia de Andresito no va. No fue. Ni la policía, aunque sea, para llevarse a los chicos en patrullero al hospital. Desde las 9 de la mañana llamaron y nadie llegó a buscarlos. Los cargaron en una moto, ya de tardecita. Ni el mburucuyá con cardo santo les había parado la vida que se les iba en aguas. El viento terroso les pegó en la piel y se marchitaron del todo en las puertas del hospital. Ya sin aliento. Sequitos, deshidratados.

Dicen que fue el agua.

Pero más contaminante que el agua de la vertiente fue el director del hospital de Andresito. Que dijo que el primer bebé llegó sin llamado precedente. Como a la una de la tarde. Después pidieron ambulancia, dijo. Justo cuando moría el primero. Y dijo también no saber cómo trajeron a los dos que murieron después. “La verdad es que no tengo idea”, se encogió de hombros el médico. Que también es concejal renovador. Es decir, concejal del gobernador Maurice Closs.

Al otro día el Ministro de Salud acampó en la aldea. Y el Ministro de Derechos Humanos mandó un cargamento de agua potable. Pero los tres niños no están más. Son seis brazos menos para transformar la vida. Seis piernas menos para abrir camino donde no hay. Seis ojos menos para iluminar hacia delante, donde todo es tan oscuro. Tres piezas menos –dice Alberto Morlachetti- en el vapuleado puzzle de la humanidad. Tres agujeros por donde se colará el diablo y sus cohortes ministeriales para envilecer la vida.

Misiones está puesta íntegramente sobre el Acuífero Guaraní, el tercer reservorio de agua dulce del mundo. Pero los mbya guaraníes de la comunidad Kaagui Porá no tienen agua buena para tomar.

La aldea es 130 hectáreas, 47 familias, 200 personas. Con un solo pozo perforado, en el predio de la escuela. Al que apenas acceden las familias cercanas, tirando mangueras precarias. La bomba, sobrecargada, se quemó varias semanas atrás. Y la única fuente de agua volvió a ser la vertiente. De donde bebían los ancestros.

El Acuífero Guaraní –dicen desde el Departamento de Geografía del Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya- está amenazado. Como los niños que se mueren de sed sobre un océano de agua dulce. “La más peligrosa es la contaminación derivada de la agricultura, uno de los pilares de la economía misionera”, dice el licenciado Sergio Luis Alberto Páez. “El aumento sin control del volumen de agua extraído y la contaminación provocada por agroquímicos y desechos cloacales, ponen en riesgo el Acuífero”.

Tal vez por eso el gobierno de Maurice Closs mandó urgente un tanque de agua potable al mismo tiempo que negaba rotundamente que la muerte haya llegado, escondida y artera, en el hilo de agua. “Es un virus normal en esta época”, dijeron los ministros.

La comunidad ya pidió más pozos, salitas sanitarias, viviendas. Nadie responde.

Pero el domingo pasó la elección. Y Closs suspiró de alivio por sus dos diputados más.

De Andresito a la aldea y viceversa hay 15 kilómetros de camino donde la tierra colorada se abre en ramas que van a la selva o a los yerbatales. Por ahí pasan las chatas desbordadas de raídos y tareferos, por ahí se matan los niños cortadores de yerba, por ahí pasó la moto con los bebés mbya, abrasados por la muriente del sol de octubre, marchitándose.

martes, 29 de octubre de 2013

Argentina: Elecciones 2013 y lo que viene, por Julio Gambina.

Con esta elección se cumplen 30 años de gobiernos constitucionales, entre 1983 y 2013. Ahora se abre una nueva década con la expectativa de un nuevo turno presidencial en el 2015.
En el medio, restan dos años de presidencia de Cristina Fernández y muchas incógnitas, especialmente en materia de política económica.

Luego del holgado triunfo del 2011 (54% de los votos) se anunció una “sintonía fina” que no terminó de consolidarse, y que esencialmente suponía un ajuste fiscal sostenido en la baja de los subsidios a los servicios públicos y otras medidas de contención del gasto. El interrogante, ahora con una votación que ronda el tercio de los votos, es cómo, cuánto y cuándo se retoma la política económica sugerida hace dos años.

Son variados los temas sobre los que existen expectativas cruzadas de diferentes sectores sociales. Una cuestión remite a la aceleración de los precios, base de un conflicto social en ciernes, especialmente con el anuncio de un paro nacional con movilización lanzado para el próximo 20 de noviembre por al CTA y la CGT.

Obviamente que las patronales pretenden contener la demanda de mejoras en los ingresos populares, apuntando a disminuir las pretensiones salariales en las negociaciones paritarias de este fin de año y el próximo. Otra cuestión en la misma línea alude al precio del dólar y en general de las divisas, disputadas por el gobierno y los sectores hegemónicos.

El turismo hacia el exterior puede significar una salida superior a los 10.000 millones de dólares anuales, y la factura de importación de combustibles puede alcanzar los 13.000 millones de dólares. Si a eso sumamos las cancelaciones de deuda, acrecentadas con el reconocimiento de las sentencias del CIADI, la situación es preocupante y se asocia a la evolución del tipo de cambio. Lo más probable es que se mantenga el ritmo de devaluaciones recurrentes para evitar el alejamiento del paralelo y en todo caso, se potenciarán las restricciones a la compra venta de divisas, los límites a las importaciones, y la penalización a la operatoria en divisas.

La cuestión fiscal pasa a ser relevante, y con el presupuesto aprobado y la capacidad legislativa que supone mantener mayorías legislativas del partido de gobierno, todo se reducirá a la orientación que lleve adelante el poder ejecutivo en materia de asignación y reasignación de partidas, con especial incidencia en las provincias y en los municipios. Vale la mención a Estados Provinciales y Municipales porque el Frente para la Victoria, el partido de gobierno se mantiene como primera minoría electoral y con quórum propio en las Cámaras de Diputados y Senadores.

Pese a ello, se ratifica un resultado adverso en los principales distritos electorales, casos de la Provincia y la Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza. En rigor, en 14 distritos disputó entre el segundo y el cuarto lugar, manteniendo la preeminencia en 9 provincias. La cuestión federal será un tema de interés para la disputa en los años venideros hacia la definición por un nuevo turno de gobierno en la Argentina del 2015 al 2019.

En este sentido “federal” se juega el oficialismo y también la oposición sistémica para dirimir candidatos presidenciables. Es una oposición que disputa la gestión del capitalismo local. Sea el intendente Massa (Tigre) ganador de las elecciones bonaerenses, el Gobernador Scioli, que carga sobre sus espaldas la derrota en el mayor distrito electoral (Buenos Aires); Urribarri (Entre Ríos) que aspira a ser delfín del cristinismo; o Cobos (Mendoza), Binner (Santa Fe) o De la Sota (Córdoba), ganadores en sus Provincias.

Insisto con el concepto de gestión del capitalismo, porque en esta campaña y en los primeros mensajes de balance electoral no se escuchó una sola voz para modificar el rumbo del modelo productivo y de desarrollo, solo orientaciones para corregir lo que se considera falencias en las decisiones de una inserción virtuosa en el capitalismo global en tiempos de crisis.

El dato novedoso es la elección de la izquierda, sea la tradicional de los partidos trotskistas, como las nuevas experiencias de agrupamientos políticos visibles desde la crisis del 2001, especialmente en Buenos Aires, la Capital Federal y Santa Fe. Entre todos alcanzan el millón y medio de votantes y el trotskismo incorpora tres diputados nacionales. Existe la posibilidad de conformar unidad de acción legislativa con otros bloques y actuar como referencia de las movilizaciones y dinámica de la protesta social.
Balance de tres décadas

La primera década se construyó desde la esperanza por la recuperación y vigencia constitucional (1983) hacia la institucionalización de una reestructuración regresiva del capitalismo local desde 1987/8 y especialmente en el turno presidencial desde 1999. Claro que queda el saldo de los Juicios a las Juntas militares que empujó la lucha de la sociedad por los derechos humanos y que explican la continuidad de un enjuiciamiento que no tiene fin desde la presión y demanda del movimiento popular.

La segunda década pasó de la consolidación del aperturismo económico, la inserción internacional subordinada, la flexibilidad laboral y las privatizaciones, la sojizacion y la mega minería a la crisis del 1999/2003. En esa etapa Duhalde se propuso "recomponer el orden" que la rebelión popular había desarticulado. La cuestión del poder volvía a ser central en la discusión de la Argentina y por eso se imponía “imponer el orden” para volver a la normalidad del capitalismo.

La tercera década empezó con la propuesta de Kirchner de "reconstruir el capitalismo nacional" y termina sin modificar la extranjerización económica, el poder de las transnacionales de la biotecnología y la alimentación en la concentración sojera y productiva exportadora; la mega minería, el poder de la banca transnacional, las terminales automotrices; la hipoteca de una deuda publica en crecimiento y acuerdos con el FMI y el Banco Mundial, con anuncios de arreglos en el CIADI y el Club de París.

En tres décadas gobierna y legisla una constelación de partidos y grupos que tiene en la cúpula al PJ y la UCR, que aun desdibujados (expresión de la crisis política) colectan votos de la sociedad. Si algo hace falta es construir alternativa política de izquierda. La base electoral no es desdeñable y debiera expresarse en acciones de unidad legislativa y especialmente en el ámbito del movimiento popular y las acciones de crítica y resistencia callejera, con organización popular.

En la Argentina como en la región se discute el cambio político iniciado con el nuevo siglo. El debate es sobre el rumbo y la clave está en la capacidad el movimiento popular por desplegar iniciativa política desde una subjetividad contra el orden capitalista, que establezca límites a la continuidad de la ofensiva del capital sobre el trabajo y la naturaleza y se pueda gestar una nueva experiencia de organización social, económica, política y cultural por la emancipación.

* Director Académico del Centro de Estudios de la Federación Judicial Argentina (CEFJA) y Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas (FISyP)


Rigane: “Necesitamos una ley de soberanía energética”.

En el programa especial sobre las elecciones nacionales de la porteña Radio Sur – FM 88.3, el Secretario General de la Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina (FeTERA-CTA) y secretario Adjunto de la CTA, José Rigane, manifestó su inquietud respecto de la falta “de una Ley de Energía que tenga un fuerte contenido de soberanía”. La entrevista se centró en la discusión en torno a las leyes que se necesitan hoy en el Congreso Nacional y que no estuvieron presentes en la agenda pública previa a las elecciones nacionales.


La radio de la Ciudad de Buenos Aires habló con el dirigente de la CTA nacional sobre "las leyes que necesitamos para un país más justo e inclusivo". En esta nota, las propuestas de Rigane como la derogación de los decretos menemistas, la elaboración de una nueva Ley de Energía y la Garrafa Social.

El secretario General de la FeTERA primero resaltó que “lo principal es la recuperación del patrimonio nacional energético en manos del pueblo argentino”. Y explicó que para que esto suceda “lo primero que se debería derogar son los 3 decretos que des-regularon todo el sistema energético que, en su momento, aprobó e implementó el ex presidente Carlos Menem. Son decretos, no son leyes. Esto es importante tenerlo en cuenta porque un decreto se puede anular con otro decreto. Por supuesto que si los cambios son a través de una ley es mucho mejor”.

La segunda cuestión que mencionó el dirigente tiene que ver con “la necesidad de una nueva Ley de Hidrocarburos y de Energía, basada fundamentalmente en la recuperación de nuestra soberanía. Esto implica un camino hacia la soberanía energética, pero también hacia la soberanía popular. Estas nuevas leyes deberían establecer como principio fundamental el abastecimiento del mercado interno”. Y agregó que “una vez resuelto el problema de las necesidades nacionales, recién ahí se debería pensar en la posibilidad de exportación, pero hacerlo con valor agregado”.

En este sentido, Rigane explicó: “Argentina nunca debería exportar hidrocarburos como se está haciendo ahora, ya que, por la crisis energética y las pésimas gestiones que sólo buscan el lucro privado, importamos el 30% de los combustibles y energía que necesitamos para el consumo local”. El dirigente de la CTA nacional agregó que “un ejemplo de todo esto es el gas que traemos desde el exterior. Como si fuera poco, permitimos que se exporte petróleo crudo que no tenemos porque en materia energética el sector privado -ya sea extranjero o nacional- necesita obtener sus ganancias”. Y explicó que “aunque contemos con recursos hidrocarburíferos en el territorio nacional, no hay que perder de vista que nuestro país no es ni petrolero ni gasífero”.

Rigane también comentó que “con esta lógica en materia de hidrocarburos se está hipotecado el presente y el futuro nacional. El tema energético es importante por su valor estratégico que hace al desarrollo de un país y de una región. Seguir detrás del concepto de que la energía es una mercancía implica una supeditación a la lógica del mercado, a las políticas neoliberales, donde a todo se le pone un precio”.

Y explicó que “esta lógica nada tiene que ver con pensar a la energía como un derecho humano ni como un bien social. El conjunto del pueblo argentino tiene que poder tener acceso a la energía porque tiene ese valor social. No hay respeto por las mayorías, ni respeto al pueblo, ni la posibilidad de construir otra Argentina distinta si no pensamos que la energía es un derecho de todos y donde todos tenemos que tener acceso a ella”. Además dijo que “no se puede pensar en un país con justicia y soberanía nacional si hay un argentino que no tiene el acceso garantizado al agua, pero también a la energía, a la electricidad”.

José Rigane también expresó algo que no estuvo en la agenda de las elecciones y que tiene que ver con “la decisión de establecer una ley que declare a la Garrafa Social como un servicio público ya que hay 14 millones de argentinos que dependen de ella porque no tienen acceso al gas natural. Esto no es una cuestión menor, estamos hablando una ley sobre la Garrafa Social que le mejore la vida a la gente concretamente”.

Pero explicó que una ley de estas características “tiene que ver con la voluntad de sacar a la garrafa del ámbito de la lógica del mercado y establecer un costo de obtención básico para llegar al conjunto de los argentinos de manera concreta”. Y opinó que la Garrafa Social “es una posibilidad material de tener una vida más digna para el conjunto del pueblo”. Pero “la voluntad de impulsar este tipo de medidas tiene que ver con una decisión política concreta que ni este gobierno ni los anteriores la han tenido”.

viernes, 25 de octubre de 2013

La preocupación económica es por el dólar, por Juio Gambina*.

En estos días y en todo el mundo hubo preocupación por el dólar, o lo que es lo mismo, por el devenir de la economía estadounidense. En octubre comenzó el nuevo año fiscal en EEUU y la disputa política entre republicanos y demócratas demoró la aprobación del presupuesto, lo que significó el cierre del gobierno.

Es decir, de algunas oficinas y ámbitos administrados del gobierno estadounidense. Eso significó licencias anticipadas para 800.000 trabajadores del Estado que temieron por sus ingresos y sus puestos de trabajo en un momento de crisis en el empleo.

Al fin hubo acuerdo, transitorio, pero acuerdo al fin, en el límite establecido y otorgaron el visto bueno hasta diciembre, donde el tema volverá a ser discutido. Algo así como tirar la pelota hacia adelante.

El problema de fondo no está resuelto. No se resolvió la cuestión central del déficit fiscal, gravísimo, que promedia 1,5 billones de dólares al año desde hace 4 periodos. Si bien se autoriza un nuevo techo para el endeudamiento público del orden de los 23 billones de dólares, desde los actuales 16,7 billones, las causas de la necesidad de deuda no se modifican.

Hay que buscar el problema en el gasto militar y la política exterior e interior de los gobiernos estadounidenses, que avalan gestiones republicanas y demócratas. Unos y otros sostienen la política de intervención con fuerte gasto estatal para asegurar los intereses estratégicos de EEUU. Eso se logra con la confianza del resto del mundo, que destina sus propios recursos a inversiones en activos externos de origen estadounidense, especialmente los bonos del tesoro, que aun pagando poco son fuente segura de inversión.

En definitiva, el déficit de EEUU lo financia el mundo. Resulta increíble la confianza en la seguridad de un país que está en quiebra, que gasta más de los que recauda, que compra más de los que vende y que le cuesta sostener al dólar como moneda mundial, para lo cual acude al apoyo de las armas y la militarización, tanto como a la credibilidad de inversores capitalistas de todo el mundo deseosos de invertir en EEUU, entre ellos varios países que colocan sus reservas internacionales en esos activos. China y Japón a la cabeza, que los asocia en las expectativas de superar los escollos económicos y/o políticos de la principal potencia del capitalismo mundial.

La consigna pareció en estos días “salvemos todos al Titanic, o sea, a EEUU”. El capitalismo mundial está en crisis y una de sus manifestaciones son los límites de política económica del país hegemónico, pero también las políticas nacionales que en el mundo sostienen al dólar. Es que EEUU se mantiene porque el mundo demanda dólares.

Argentina y el dólar

Veamos la propia Argentina, que desde comienzo de año ya perdió 10.000 millones de dólares de reservas internacionales, de un poco más de 44.000 millones bajó a poco más de 34.000 millones a mediados de octubre. Sin contar que las reservas habían llegado en diciembre del 2011 a unos 52.000 millones de dólares.

Las divisas se van de la Argentina por pagos de deuda, por fuga de capitales, y por las condiciones de la inserción subordinada de la Argentina en la economía capitalista mundial. Se trata de un activo externo demandado por los principales actores económicos y ello explica su precio en ascenso, sea el tipo de cambio oficial o el paralelo, más allá de los intentos por reprimir su escalada desde las autoridades. Las divisas son demandadas por el gobierno y también por los sectores económicos más concentrados, sean exportadores o importadores, incluso turistas con gran capacidad de gasto.

Tan importante es el tema que contradiciendo el mensaje de la pesificación se habilitó un blanqueo en dólares (CEDIN, BAADE) que tuvo que prorrogarse hasta fin de año por el escaso flujo de exteriorización de dólares, apenas menos de 400 millones ante una expectativa por 4.000 millones de dólares. Para completar la medida, el BCRA acaba de reglamentar la posibilidad para que el sector privado se endeude en el exterior e ingrese esas divisas vía compra de Bonos para inversión en energía, el BAADE, que había sido pensado para blanquear divisas no declaradas.

Puede ser que ingresen esos recursos, y de hecho, petroleras y cerealeras anuncian aportes por 1.000 millones de dólares, al mismo tiempo que se incrementa la preocupante deuda externa del sector privado. Ya sabemos que cuando la deuda privada externa es alta y se torna impagable, las presiones empresarias acuden sobre el Estado para socializar su cancelación o renovación a costa del presupuesto público.

La deuda privada externa en ascenso y el aumento de la pública constituyen problemas estructurales que asfixian el presente y el futuro de la soberanía nacional. Vale mencionar, que así como en EEUU se tira la pelota hacia adelante, ante la crisis económica mundial, otros países actúan en consecuencia. Ese es el marco de la recomposición de relaciones entre la política oficial y los organismos internacionales y que se manifiesta como satisfacción en el cónclave empresario en Mar del Plata.

Los empresarios en IDEA reconocen las elevadas ganancias de estos años y saludan la orientación hacia el mercado mundial de conversaciones y acuerdos con el CIADI, con el Banco Mundial y el FMI, lo que anuncia un nuevo ciclo de inserción subordinada para afirmar la dependencia local con EEUU, el dólar y el sistema mundial del capitalismo.



* Director Académico del Centro de Estudios de la Federación Judicial Argentina (CEFJA) y Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas (FISyP)


jueves, 24 de octubre de 2013

El cura de los pobres que la iglesia quería callar.

El 22 de Octubre se cumplieron 8 años de la muerte de Carlos Cajade, cura tercermundista de La Plata que luchó por "un país con infancia". La obra que inició continúa con proyectos productivos y casas para niños y niñas. 



Carlos Cajade, conocido como Carlitos o "el Curita", es un referente en la lucha por los derechos de los niños y las niñas. Fue secretario general del Movimiento de Chicos del Pueblo, parte de la CTA, y fundador del Hogar de la Madre Tres Veces Admirable en La Plata. Tenía la certeza de que el diálogo, el amor y la ternura eran la base para construir un país con infancia. Actualmente, la obra que lleva su nombre emprende día a día un trabajo dedicado a resguardar y garantizar los derechos de niños y adolescentes, a través de emprendimientos sociales para brindar cariño, abrigo, alimento y atención médica . Además, impulsa proyectos productivos para que los chicos se capaciten laboralmente.

Claudia Auge, que trabaja hace 14 años en la Casa de Niños Chispita, ubicada en 151 entre 70 y 70bis de Los Hornos, contó que, por su trabajo y sus proyectos para la niñez, "muchos amigos que conocieron a Carlos decían que era un visionario". Además, aclaró que, en la continuidad de la obra, está el legado del cura. En cuanto a su tarea diaria, explicó que"Chispita es fundamental para el barrio, es un lugar de referencia muy grande para los chicos del barrio".

Los cimientos de la obra

La Nochebuena de 1984 fue un momento fundacional para la obra de Cajade. En esa fecha, Carlos era cura párroco de la iglesia San Francisco de Asís de Ensenada. Cuando terminó la Misa de Gallo, se encontró con tres chicos que le contaron que no iban a festejar la Navidad porque no vivían en sus casas sino en un baldío. Cajade organizó una cena con ellos y allí empezó la idea de crear el Hogar.
Desde ese momento hasta hoy, la obra creció ampliando sus horizontes y perspectivas.

Parte de ese recorrido fue documentado por la periodista Marianela García que es autora, junto con Leonardo Martínez, de "Tibio nunca", un libro biográfico de Carlos Cajade como un referente social con gran apoyo popular, capaz de intervenir en la lucha de poderes como fuerza política y de construir -desde el sacerdocio y ocupando una posición marginal dentro del campo de acción del arzobispado platense- una labor solidaria a la cual le dedicó su vida. En diálogo con Rap, Marianela contó que , cuando comenzó a buscar entrevistados para su trabajo, "todo el mundo conocía a Cajade y todo el mundo tenía algo para contar". "Cajade es producto de una historia, de un colectivo social, involucra un trabajo de lucha de muchas más personas", explicó.

Con la niñez no se juega


Una de las fuentes de sostén económico de la obra son las becas y programas que provienen del gobierno bonarense. Desde hace meses no se reciben estos aportes y la deuda ya supera los $700.000 poniendo en riesgo la continuidad del proyecto. "Estamos padeciendo todos por las becas que recortaron de provincia: esperemos que se resuelva, los chicos no se merecen esto", dijo Claudia.

Para seguir sosteniendo el proyecto, desde la obra lanzaron un Plan de Socios. Hay cuotas mínimas desde $30 mensuales en adelante; un cobrador pasará por la casa del adherente y cada mes, al abonar, se recibe un folleto explicativo de las actividades que desarrollan los emprendimientos de la Obra. De lunes a viernes de 9 a 18 atienden en 50 Nº 1134 entre 17 y 18 de La Plata, y en el teléfono 0221-452-3087.

lunes, 21 de octubre de 2013

¿Es posible derrotar a Monsanto?, por Raúl Zibechi*.

Una de las mayores multinacionales del mundo está siendo asediada por diversos movimientos y múltiples acciones, programadas y espontáneas, a través de denuncias, movilizaciones de todo tipo que convergen contra una empresa que representa un serio peligro para la salud de la humanidad.

Constatar la variedad de iniciativas existentes y aprender de ellas puede ser un modo de comprender un movimiento de nuevo tipo, transfronterizo, capaz de articular activistas de todo el mundo en actividades concretas.

El campamento en las puertas de la planta de semillas que Monsanto está levantando en Malvinas Argentinas, a 14 kilómetros de Córdoba, es uno de los mejores ejemplos de la movilización en curso.

La multinacional planifica instalar 240 silos de semillas de maíz transgénico con el objetivo de llegar a 3.5 millones de hectáreas sembradas. La planta usará millones de litros de agroquímicos para el curado de semillas y una parte de los efluentes se liberarán al suelo y al agua, provocando un grave perjuicio, como sostiene Medardo Ávila Vázquez de la Red de Médicos de Pueblos Fumigados.

El movimiento contra Monsanto consiguió victorias en Ituzaingó, un barrio de Córdoba cercano al lugar donde se pretende instalar la planta de semillas de maíz. Allí nacieron una década atrás las Madres de Ituzaingó que descubrieron que 80 por ciento de los niños del barrio tienen agroquímicos en la sangre y que es una de las causas de las muertes y malformaciones de sus familiares. En 2012 ganaron por primera vez un juicio contra un productor y un fumigador condenados a tres años de prisión condicional sin cárcel.

El campamento en Malvinas Argentinas ya lleva un mes, sostenido por la Asamblea de Vecinos Malvinas Lucha por la Vida. Consiguieron ganar el apoyo de buena parte de la población: según encuestas oficiales 87 por ciento de la población quiere una consulta popular y 58 por ciento rechaza la instalación de la multinacional, pero 73 por ciento tiene miedo de opinar en contra de Monsanto por temor a salir perjudicado ( Página 12, 19/09/13).

Los acampantes resistieron un intento de desalojo del sindicato de la construcción (UOCRA) adherido a la CGT, el acoso policial y de las autoridades provinciales, aunque cuentan con el apoyo del alcalde, sindicatos y organizaciones sociales. Recibieron apoyo del Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, y de Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo. Consiguieron paralizar la construcción de la planta al impedir el ingreso de camiones.

El asedio a Monsanto llegó hasta un pequeño pueblo turístico del sur de Chile, Pucón, en el lago Villarrica, donde 90 ejecutivos de la trasnacional provenientes de Estados Unidos, Argentina, Brasil y Chile llegaron hasta un lujoso hotel para realizar una convención. Grupos ambientalistas, cooperativas y colectivos mapuche de Villarrica y Pucón se dedican estos días a escrachar la presencia de Monsanto en el país ( El Clarín, 13/10/13).

Son apenas dos de las muchas acciones que se suceden en toda la región latinoamericana. A mi modo de ver, las variadas movilizaciones en más de 40 países nos permiten sacar algunas conclusiones, desde el punto de vista del activismo antisistémico:

En primer lugar, las acciones masivas en las que participen decenas de miles son importantes, pues permiten mostrar al conjunto de la población que la oposición a empresas como Monsanto, y por tanto a los transgénicos, no es cuestión de minorías críticas. En este sentido, jornadas mundiales, como la del 12 de octubre, son imprescindibles.

Las movilizaciones de pequeños grupos, decenas o cientos de personas, como las que suceden en Pucón y en Malvinas Argentinas, así como en varios empendimientos mineros en la cordillera andina, son tan necesarias como las grandes manifestaciones. Por un lado, es un modo de estar presentes en los medios de forma permanente. Por encima todo, es el mejor camino para forjar militantes, asediar a las multinacionales y difundir críticas a todas sus iniciativas empresariales.

Es en los pequeños grupos donde suele aflorar el ingenio y en su seno nacen las nuevas formas de hacer capaces de innovar la cultura política y los métodos de protesta. Allí es donde pueden nacer vínculos comunitarios, vínculos fuertes entre personas, tan necesarios para profundizar la lucha.

Después de un mes acampando en Malvinas Argentinas, los manifestantes comenzaron a levantar paredes de adobe, construyeron un horno de barro y armaron una huerta orgánica a la vera de la ruta ( Día a Día de Córdoba, 13 de octubre de 2013).

En tercer lugar, es fundamental sustentar las denuncias con argumentos científicos y, si fuera posible, involucrar autoridades en la materia. El caso del biólogo argentino Raúl Montenegro, premio Nobel Alternativo en 2004 (Right Livelihood Award), quien se comprometió con la causa contra Monsanto y con las Madres de Ituzaingó, muestra que el compromiso de los científicos es tan necesario como posible.

La cuarta cuestión es la importancia de las opiniones de la gente común, difundir sus creencias y sentimientos sobre los transgénicos (o cualquier iniciativa del modelo extractivo). La subjetividad de las personas suele mostrar rasgos que no contemplan los más rigurosos estudios académicos, pero sus opiniones son tan importantes como aquellos.

Por último, creo que es necesario poner en la mira no sólo a una multinacional como Monsanto, una de las más terribles de las muchas que operan en el mundo. En realidad, ésta es apenas la parte más visible de un modelo de acumulación y desarrollo que llamamos extractivismo y que gira en torna a la expropiación de los bienes comunes y la conversión de la naturaleza en mercancía.

En este sentido, es importante destacar lo que hay en común entre los monocultivos transgénicos, la minería y la especulación inmobiliaria que es el modo que asume el extractivismo en las ciudades.

Si derrotamos a Monsanto, podemos vencer a las otras multinacionales.

*Periodista, escritor y pensador uruguayo

sábado, 19 de octubre de 2013

Acuerdos con el FMI y el Banco Mundial, por Julio Gambina.

Una delegación argentina presidida por Hernán Lorenzino, Ministro de Economía del país, participó en Washington entre el 9 y 13 de octubre de varias reuniones con el FMI, el Banco Mundial (BM) y el G20.

Lorenzino participó del V Encuentro de Ministros de Hacienda de América y el Caribe en la sede del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Washington y de las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Mundial (BM).

En la ocasión, el Ministerio de Economía informa que hubo “una serie de encuentros y conversaciones informales con el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Jack Lew, y la subsecretaria de Asuntos Internacionales del organismo, Lael Brainard. Además, lo hizo con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde; su director del Hemisferio Occidental, Alejandro Werner; el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, y el vicepresidente de América latina y el Caribe del Banco Mundial, Hasan Tuluy”.

Todos estos interlocutores en conjunto son el famoso núcleo del criticado “Consenso de Washington”, o sea, el gobierno de EEUU y los organismos internacionales (FMI, BM, BID), más el G20. ¡No solo hubo reunión, también acuerdos! Todo sea para que Argentina sea re-admitida en el sistema financiero mundial.


Préstamos del BM y negociaciones por demandas en EEUU

En esos encuentros se consideraron asuntos (acuerdos) que involucran y comprometen a futuro los recursos fiscales de la Argentina, especialmente los préstamos por 3.000 millones de dólares en tratamiento con el BM derivados del “Acuerdo Estratégico 2014-2016” informado en conjunto por el organismo internacional y el Ministerio.

Son negociaciones que superan a la gestión actual e involucran al próximo gobierno luego del 2015. En ese sentido destacan las negociaciones relativas a la deuda pública, con incidencia en lo fiscal, pero sobre todo, profundizando la hipoteca que condiciona al conjunto de la política económica.

En este plano de la deuda se destacan las frenéticas conversaciones para inducir a los gobernantes estadounidenses a comprometerse con la Argentina en sus reclamos para que la Corte Suprema de EEUU interceda contra la pretensión de los acreedores externos (fondos buitres) que demandan el cobro del 100% de los bonos en cesación de pagos.

En su sitio en internet, se informa que Lorenzino aludió a la cuestión señalando que "Las consecuencias para los procesos de reestructuración de la deuda soberana de los países se verán afectados tal como lo expresó el gobierno de Francia en su presentación ante la Corte Suprema de los Estados Unidos". Resulta evidente que el gobierno argentino pretende que los funcionarios de Obama asuman la misma actitud que los franceses, socios de la frustrada escalada contra Siria.

La vocación pagadora de la Argentina se manifiesta expresamente al resaltar que "Nuestra máxima prioridad es continuar pagando las deudas en tiempo y forma como hemos venido haciendo durante la última década. Simplemente queremos que nos dejen cumplir con nuestras obligaciones". La cuestión pasa por más deuda para seguir pagando. Se habla de “des-endeudamiento”, y sin embargo queremos llamar la atención sobre el nuevo endeudamiento y orientación de política económica que las gestiones ministeriales suponen a partir de estos encuentros y acuerdos.

Podemos leer en BAE: “El jueves de la semana pasada el equipo económico empezó a mostrar en Washington DC el camino que seguirá en los próximos meses. Es que cerró la negociación con cinco de las empresas que demandaban al país en el Ciadi, el tribunal del Banco Mundial y en el Uncitral (corte que depende de las Naciones Unidas). Se trata del pago de u$s 500 millones, a través de bonos, a las firmas Azurix, Blue Ridge, Vivendi, National Grid y Continental Casualty Company. Como parte de la misma maniobra, el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, firmó también una alianza estratégica con el BM para que se le otorguen al país unos u$s3.000 millones en tres años.” En ese sentido, agrega el artículo: “Es que el fin de los litigios en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones permite que Estados Unidos deje de votar en contra de Argentina en distintos organismos".


Demandas ante el CIADI y acuerdos con el FMI



Resulta interesante verificar las demandas de las transnacionales contra los Estados en el CIADI, ámbito del BM. Argentina está a la cabeza, todo por el cambio de política cambiaria en 2002. Así lo muestra el gráfico que incluimos en el texto y que difunde el Instituto para el Desarrollo Social de la Argentina, IDESA. Puede verse que las causas involucran a países de América Latina, África, Asia y Europa del Este.

¿Hay dudas para quien juega el BM? Eso no impide formular declaraciones contra la pobreza o la lucha por la inclusión social, mucho de lo cual puede verificarse en el comunicado conjunto del organismo y el Ministerio de Economía de la Argentina.

Otro de los temas remite a las conversaciones con el FMI. En la nota antes citada, el diario BAE informa que “el director para el Hemisferio Occidental del Fondo, el mexicano-argentino Alejandro Werner, sostuvo que el diálogo por el Índice de Precios al Consumidor Nacional Urbano es “constructivo”, al tiempo que confirmó que el 13 de noviembre elevará a la Junta Directiva el informe sobre los avances en la nueva metodología.” Agrega la noticia que “Werner ya había dicho que Argentina avanza rápido en el reemplazo de las actuales estadísticas, por las cuales el país recibió en febrero de este año la inédita “moción de censura” por parte del organismo que encabeza Christine Lagarde.”

Queda claro que Argentina está haciendo los deberes acordados con el FMI. Muy lejos quedan las diatribas contra el FMI y resulta evidente la búsqueda de normalización con los organismos internacionales y la intención de inserción en el mercado mundial de préstamos ante la caída de las reservas internacionales y las necesarias fuentes globales para el financiamiento del déficit de las cuentas públicas.

La dependencia y asociación al “Consenso de Washington”, deuda pública mediante, siguen latente en los problemas estructurales de la Argentina. En ese sentido es nuestra prédica por el retiro del país del CIADI, la denuncia de los tratados bilaterales de inversión, la investigación con auditoria de la deuda, lo que en definitiva supone cuestionar el orden capitalista mundial y bregar por otra organización económica de la sociedad. Es algo que sugiere la propuesta de cambio político por donde transita el laboratorio popular de las luchas de Nuestramérica.


* Director Académico del Centro de Estudios de la Federación Judicial Argentina (CEFJA) y Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas (FISyP)